La imagen exterior se renueva respetando la configuración de la fachada antigua, eliminando los elementos superfluos y adaptando los huecos a las necesidades del interior.
La vivienda ganó en claridad y sobriedad y mejoró su relación con el jardín que la rodea.
Antes y después de la reforma
La dificultad de una reforma de una viivienda de estas características con una estructura muy rígida de muros radica en conseguir espacios de dimensiones razonables para las necesidades actuales realizando operaciones de bajo coste.
En este caso mediante la apertura de una serie de huecos en los muros de carga existentes, se consiguió de una manera sencilla y económica dar amplitud a los espacios interiores.
Con posterioridad a la rehabilitación de la vivienda se acometió la rehabilitación de un cobertizo anejo.
Se procuró usar el mismo lenguaje que se había empleado para la obra en la vivienda.
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